Mediante analítica de video embebida en la propia cámara podemos detectar estacionamientos indebidos en doble fila, carga y descarga o paradas de autobús, por ejemplo. Las cámaras para fiscalización electrónica pueden monitorizar un área de unos 50 metros sobre la que se establecen una o múltiples áreas de detección de intrusiones a partir de las que se detectan ocupaciones, si bien no se registran eventos salvo transcurrido un tiempo con el objeto detenido (no se generan evidencias por la mera intrusión puntual sino por el estacionamiento dentro de la zona monitorizada).
Los sistemas de fiscalización electrónica pueden incluir lectura automática de matrícula o simplemente analizar la imagen registrada y sacar manualmente la matrícula para identificar al vehículo infractor. Dependerá del volumen de evidencias para justificar este upgrade del sistema.